A lo largo de la historia de la humanidad el ser humano se ha planteado determinadas interrogantes que hoy ocupan un lugar importante en el plano ético filosófico. Entre ellas:
¿Cómo vivir? ¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Vale la pena o no vivir? ¿El hombre puede llegar a comprender la muerte? ¿Puede el hombre aplazar la muerte?
Los aspectos relacionados con la vida, su surgimiento y fin, el goce de la felicidad o el padecimiento de dolores y sufrimientos constituyen un contenido esencial dentro de la ética de salud, por la significación que tienen estos temas.
La intervención del profesional de la salud en el tratamiento del paciente no puede quedar reducida a la recopilación de datos científicos de carácter biológico, sino que el profesional debe enfrentar al individuo con una profunda comprensión de su esencia social y desde una posición humanista de sus problemas, que necesariamente lo llevan a la incorporación de estas categorías a su trabajo cotidiano.
El dolor, el sufrimiento y la felicidad, siempre han estado presentes en la vida de los hombres y sus reflexiones, por lo que estas deben ubicarse en un lugar priorizado dentro de las concepciones teóricas del profesional de la salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario